¿Has sentido alguna vez un ligero desencanto cuando alguien que te va a brindar un servicio o con quien vas a hacer algún negocio te da su dirección de correo electrónico y ves ese @gmail.com? ¿Y el @yahoo.com? ¿O el @hotmail.com? Y hay aún peores.
Hoy en día toda empresa que se considere seria debería tener su dominio propio. Con esto, ya se puede preparar el terreno para su propio sitio web (aunque todavía no sea el momento) y, entre otras cosas, las posiblemente infinitas direcciones de correo electrónico con su orgulloso nombre después de la arroba.
Dependiendo del tipo de dominio que se desee, el trámite requerido cambia. No es lo mismo tramitar un .com que un .com.ar, por ejemplo. Si se quiere contratar un .com, lo más sencillo es hacerlo a través de algún prestador de este servicio, que es ofrecido por muchas empresas junto con servicios de hosting (alojamiento de sitios web). En cambio, un dominio .com.ar puede ser tranquilamente tramitado por cualquier ciudadano argentino que cuente con Clave Fiscal Nivel 3 ante AFIP. Para incluso mayor comodidad, se puede otorgarle los permisos necesarios para administrar los nombres de dominio a través de un mecanismo como explica NIC.ar, permaneciendo la titularidad y propiedad a nombre de uno.
Una vez que se tiene el dominio, para poder contar con las mencionadas direcciones de correo electrónico, lo más conveniente, seguro y económico para alguien sin conocimientos técnicos específicos es contratar a una empresa responsable que le brinde una planificación concertada y una ejecución de los pasos a seguir. En pocos días, podrás estar felizmente avisando a todos tus contactos que ya te pueden escribir a tu propia dirección de correo con tu nombre o el de tu empresa en ella.
Si estás interesado, en Macher te podemos ayudar con esto y mucho más. Contactanos.